El lanzamiento de productos verdes parece ser una línea de negocio que ofrece buenos resultados a las compañías que los crean. Hay numerosos casos que lo demuestran. Por ejemplo la multinacional sueca Ikea, donde la demanda de productos “verdes” ha crecido un 58%; en esta línea se encuentran las tecnologías limpias, como la iluminación LED, los paneles solares o los sistemas de ahorro de agua para el hogar. Los productos sostenibles también están ganando peso en fabricantes como Phillips, donde en 2013 las ventas de productos verdes crecieron más de un 7%, o Siemens, donde su cartera ambiental supuso el 43% de la facturación ese mismo año. Son varios casos que demuestran que la oferta de productos sostenibles, que reducen su impacto en el entorno, siguen despertando el interés de los consumidores, ya sea de particulares o de grandes empresas interesadas en cumplir sus compromisos medioambientales.